Fue una boda muy intima y familiar, fuimos 175 personas y en ningún momento nos sentimos desatendidos.
La comida fue excelente y después del coctel de bienvenida, muy bueno y casero, tomamos unos rollitos de cecina rellenos de pate y membrillo, excelentes. Después tomamos un bacalao glaseado con salsa all y oli, sorbete de limón al vino tinto y de carne, un solomillo de cebón a la parrilla de carbón con paté, salsa de oporto y trufa y cebolla caramelizada.
De postre comimos tarta de hojaldre con crema y nata.Luego tuvimos tres horas de discoteca.
Todo fue fenomenal, hemos quedado muy satisfechos y creo que hemos ganado unos buenos amigos, tanto el maître como el dueño.